viernes, 9 de julio de 2010

Mira hacia atrás...

El verano empezó, al igual que las vacaciones. Una nueva etapa comienza, pero para ello es necesario clausurar otra. Demasiados recuerdos para un sólo baúl. Karina no tenía ni idea cuando los metía todos en uno solo. Desordenados, intensos, tristes, frágiles, insignificantes...cada uno de ellos es único y tiene su lugar en el baúl. El verano es la época en la que nos ordenamos a nosotros mismos, nos pasamos el polvo y nos pasamos la aspiradora para luego fregar y llegar en otoño renovados, con un nuevo baúl en el que meteremos todos los acontecimientos del año.
Ahora empiezo a ordenar mi vida, y los recuerdos más intensos y tristes los meteré en el fondo, dejando en la superficie esos días tan aparentemente insignificantes pero realmente mágicos. Mucha gente podrá abrir esos baúles y verá los mejores días de mi vida, aunque sólo yo y pocos más podrán entenderlos y sentirlos de verdad. La mayoría sólo podrá ver trastos inútiles que no sirven, pero las memorias son lo que hacen a los humanos: de los errores se aprende y los momentos gratificantes se repiten.